...hubo una primera cita y por supuesto tuvo que ser en la puerta de un cine. No se podría esperar menos de quienes el día que se conocieron se habían pasado más de 4 horas seguidas hablando de películas, pasiones mutuas encontramos muchas, del 'Vértigo' de Hitchcock (qué mejor película que esa para encabezar nuestro blog en común) al '25th hour' de Spike Lee, del 'Casino' de Scorsese al 'Touch of evil' de Welles, del 'Big Fish' de Burton hasta el 'Fanny och Alexander' de Bergman, el Iwo Jima si perdón de Eastwood, el Sur de Erice, la mirada de Henry Fonda en 'C'era una volta il west', Steve McQueen en moto llevando de cabeza a los nazis al son de Elmer Bernstein, Paul y Tom tocando el piano bajo la antenta mirada de Daniel antes de ir camino a la perdición, la difunta Laura mirando desde un cuadro a Dana Andrews para luego volver a la vida por obra y gracia de Preminger, Martha esperando a su cuñado Ethan en una puerta en un plano enmarcado como sólo un loco irlandés nada tranquilo y delator podía hacer, los encuentros en la tercera fase con tiburones y camioneros anónimos desde Omaha a Munich de la mano de Elliot y una niña con una abrigo rojo...y así 4 horas que se hicieron muy cortas. De la ingente cantidad de horas que después han seguido a esas 4 de incansable charla peliculera ya perdí la cuenta hace ya unos cuantos meses.
...y hubo una primera cita, y una película, 'Enemigos públicos' del señor Michael Mann, muy esperada, teníamos ambos muchas ganas de verla, yo no acabo de fiarme del todo de MM pero Mr. Maple es un incondicional, su Heat para él tiene un valor sentimental añadido que va mucho más allá de lo fílmico. Yo ya suponía, considerando los trabajos anteriores de Mann, que las andanzas de Dillinger y compañía no iban a estar filmadas a la forma clásica, aquí uno se topa constantemente con una textura y unos movimientos de cámara que recuerdan más a un reportaje de la televisión de hoy en día que a la típica película de gangsters, quizás me resulto en exceso fría, como si estuviese viendo un reality de los años 30 aunque tiene planos realmente sublimes como en el que se ve llegar un tren de fondo mientras en primer plano tenemos a Purvis (Christian Bale). De todas formas, guardo un más que grato recuerdo de esas dos horas casi y media aunque he de confesar que Mr.Depp no consiguió captar mi atención lo suficiente como para evitar que en innumerables ocasiones mi mirada furtivamente se desviase al Mr. que ocupaba el asiento de al lado.
En definitiva, buena elección para comenzar algo, salimos contentos del cine, lo que pasaría luego ya es historia. Tiempo después empezaría a surgir la idea de este blog que no sólo es una declaración de amor al cine sino también una declaración de amor de un cinéfilo a otro:
Mr. Maple, desde el momento en que le ví esperándome delante del cine bajo el cartel de Enemigos Públicos le quiero a usted con toda mi alma de cinéfila anónima.
Laivamar.
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